Sucedió una noche de Navidad ⛄, en la comunidad del Durazno, casi en punto de las 12 de la noche.
Estábamos cenando alegremente en casa de una gran amiga mía, que por cierto también es dueña del local Géminis 🏪 que está ahí cerca aprox. a unas 2 cuadras. Cuando empezaron a sonar en su teléfono los avisos que manda la cámara de seguridad cada vez que detecta movimiento.
Al principio nos asustó un poco porque pensamos que alguien se habría metido a robar. Pero cuando se estableció conexión con la cámara 📹 para ver lo que ocurría en tiempo real 📱, nos llevamos una gran sorpresa al ver que no había nadie adentro, bueno casi nadie, solo... una especie de sombra 👻 que se movía en un extremo del local.
Sí, así como lo escuchan (bueno, así como lo leen), se veía una como sombra 👻 que de repente aparecía y se desplazaba en una parte del local.
Llenos de miedo fuimos a ver qué ocurría. Con bastante nerviosismo abrimos la cortina (o sea, la puerta pues), y todo parecía muy normal: todas la luces apagadas, los refrigeradores funcionando normalmente como de costumbre, la única ventana que es la del baño estaba cerrada... En fin, simplemente no había nada que provocara esa "sombra".
No con menos miedo decidimos cerrar la cortina pero esta vez nos quedamos adentro. Para ver si así veíamos al fantasma 👻. Incluso yo me puse lo más cerca que pude de la cámara para ver si desde ese ángulo se alcanzaba a ver algo.
Y pues, nada. Nosotros no veíamos nada, la única que seguía viendo "sombras" gracias a su visión infra roja era la cámara 😖. Incluso hasta le llevamos ponche y tamales para ver si así se apaciguaba y dejaba de manifestarse, y le prendimos una veladora. Pero nada funcionó, la cámara lo seguía detectando, y la alarma del teléfono seguía sonando.
Por fortuna, a alguien (entiéndase yo) se le ocurrió, después de ver el video más detenidamente, que la cámara podría estar, digamos, que un poco sucia. ¡Y en efecto, resultó que tenía pegado un pedazo de telaraña cerquita de la lente! Y todo lo que habíamos estado viendo era tan solo los efectos de luz que la telaraña producía en la lente de la cámara cuando se mecía suavemente 😆.
Pero bueno, al final la historia tuvo un final feliz, y bastante chusco, pero mientras tanto, ¡vaya susto que nos llevamos!
Ahora solo me queda una inquietud: ¿Debería tenerle miedo a la araña del local?
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