Todo empezó una tarde que me encontraba caminando en el parque de Santa María la Ribera, pasé por donde tenían unas mesas y había ahí algunas personas haciendo barcos. Me acerqué a preguntar, y cuando me dijeron que yo podía hacer mi propio barco no lo pensé dos veces.
¡Y aquí está el resultado!
Es un remolcador que en la vida real es un barco pequeño que se utiliza como si fuera una pequeña grúa, para remolcar barcos más grandes.
A continuación les describo este pequeño barco:
- Mide aprox. 90cm de largo y algo así como 20cm de ancho y unos 40cm de altura ya con todo y mástil.
- Todo, o casi todo, está construido con madera.
- Tiene secuencias de luces led.
- Enciende un pequeño foco dentro de la cabina
- Tiene motor y un receptor de control remoto, así que ¡puede navegar en fuentes y albercas! No se le mete el agua porque está protegido contra el agua por dentro y por fuera.
- Tiene un sonido de barco. No logré amplificarlo mucho, pero creo que se escucha bastante bien.
- En la chimenea tiene un compartimiento metálico y un pequeño ventilador, para poder echarle dentro un pedazo de incienso y así conseguir el efecto de que sale humo.
Aquí se puede ver navegando en una pequeña laguna.
Esa vez el barco a media laguna dejó de avanzar. Al principio creíamos que se había quedado sin batería, pero cuando por fin lo sacamos del agua descubrimos que se le había atorado un poco de hierba en la propela. Ilusamente tratamos de sacarlo generando ondas en el agua, pero en realidad creo que al estar flotando esas ondas no empujaban al barco.
Es simplemente una de las cosas más fantásticas que he hecho en mi vida :)
Actualmente se encuentra en el Museo de Miniaturas Castillo de Dragones, en la ciudad de Pachuca, Hidalgo.
